Más tigre que gatito

La estrategia de fortalecer esa imagen es clave, pero solo si se logra aplicar más allá del simple discurso.

El SRI ha bautizado al 2023 como el año de “justicia tributaria” y para mermar la evasión, ha dicho, pondrá mano dura hasta lograr que la entidad sea percibida como el ‘tigre con dientes de sable’ que quiere ser y no como ‘un gatito’ al que nadie respeta. La estrategia de fortalecer esa imagen es clave, pero solo si se logra aplicar más allá del simple discurso.

Si hay un ejemplo que se debe emular, es el del Gobierno español, que infunde temor a través de su Hacienda Pública. Ningún político, empresarios o contribuyente natural se aventuraría hoy a defraudar al fisco, porque sabe que un delito como ese terminaría con altas multas y años de prisión. ¿El resultado? Un Estado con mayores aportantes y recaudación que, blindada de actos de corrupción y bien direccionada, se traduce en mejores servicios sociales para sus ciudadanos.

El SRI ha anunciado ya tener en la mira a los ‘influencers’ y actores de comercio electrónico para ampliar su base de contribuyentes, pero no debería hacerse de la vista gorda con funcionarios de este Gobierno y candidatos a puestos públicos que ya han demostrado no pagar impuestos, o que si los pagan, no son valores consecuentes con el nivel de vida que tienen. El respeto se gana actuando, aplicando sanciones sin distinción ni compadrazgos. Solo así logrará ser ese gran ‘tigre dientes de sable’.