El servicio exterior ecuatoriano

Pareciera que el presidente le está dedicando más tiempo a las reflexiones necesarias para designar embajadores que no pertenecen a la carrera diplomática’.

Una de las burocracias mejor preparadas en la administración pública de Ecuador es aquella cuya política, según ordenamiento constitucional, le corresponde definir al presidente de la función Ejecutiva, incluyendo entre sus atribuciones la de designar y remover embajadores y jefes de misión. Ya que nuestra burocracia no destaca precisamente por sus altas capacidades, no es un elogio significativo señalar que la encargada del servicio exterior es de las mejores. Así, circunscribiendo la observación al trabajo que desempeñan las misiones diplomáticas, cabe destacar que la responsabilidad mayor de su desempeño es atribuible, principalmente, al presidente de la República que, como se señaló, es quien nombra a los jefes de estas, trátese de funcionarios de carrera o ciudadanos que se han destacado exhibiendo capacidades de gestión y probidad. No cabe por tanto, peor en tiempos de crisis, hacer esas designaciones sin buena asesoría y reflexión. No son las embajadas el sitio para enviar de vacaciones a los amigos o partidarios.

Para insertar a Ecuador en el mundo, propósito presidencial, hace falta gran predisposición de trabajo y conformación de buenos equipos con metas concertadas. Bien valdría por tanto conocer su rendición de cuentas de este primer semestre.