Por sanidad financiera
Deberían espantarse con solo imaginar que la misma crisis que han vivido otros bancos como CFN o BanEcuador, pueda repetirse’.
Mientras el Gobierno se acerca a su meta de vender el Banco del Pacífico, la oposición se esmera en empedrar el camino. Ya no solo se induce la idea de que la negociación arrebataría una joya patrimonial a los ecuatorianos, ahora se habla de crear una ley que norme el uso de sus utilidades para cubrir deficiencias del IESS, impidiendo su transferencia.Suena atractivo pero son anuncios por conveniencia. Pareciera que, si ellos no gobiernan, entonces venderlo no es buena idea. El correísmo olvida que inaugurado en el poder en 2007, planteó esa posibilidad como forma de introducir mejor competencia en el mercado. En 2016 incluso se habló de hacerlo en tiempo récord; un proceso fallido que dio cabida a que en los últimos años el banco fuera blanco para la entrega inducida de créditos que hoy suman centenas de millones de dólares de mala cartera.
Si los políticos, en general, quisieran velar por las acciones del banco, que en efecto son del Estado, deberían recordar que su naturaleza de ente privado se otorgó como estrategia de eficiencia para proteger recursos públicos. Deberían espantarse con solo imaginar que la misma crisis que han vivido otros bancos como CFN o BanEcuador, pueda repetirse. Deberían, con sensatez, contemplar una venta justa y transparente. Por sanidad.