Editoriales

La salud pública al garete

"Los recientes sucesos alrededor del Ministerio de Salud podrían pasar como una muestra exacerbada de una crónica inestabilidad en la alta burocracia nacional"

Los recientes sucesos alrededor del Ministerio de Salud podrían pasar como una muestra exacerbada de una crónica inestabilidad en la alta burocracia nacional, que permite cambiar a los ministros con inusitada frecuencia. Lamentablemente, más allá de lo folclórico, en situaciones como las referidas y en el Ministerio de Salud, en plena pandemia, ello resulta absolutamente dañino. Un peligroso ejemplo de lo señalado es que se inyecte una determinada marca de vacuna en la primera dosis y otra distinta y también de diferente forma de preparación, en la segunda. El desorden es tal, que ello puede perfectamente ocurrir, con graves consecuencias para la salud de quien las recibe. Es entonces obligatorio exigir una auditoría de lo hasta ahora realizado en cuanto a vacunación, garantizándole a la población que la primera y segunda dosis corresponderán a las exigencias técnicas establecidas al respecto por la OMS.

Es muy dañino que sobre la escasa confianza que algunos ciudadanos tienen respecto de la vacunación, se agreguen ahora otras razones para incrementársela. Ardua entonces la tarea del nuevo ministro de Salud, que desde comienzo de esta semana debería iniciar esfuerzos de coordinación con quien designe el nuevo régimen electo hoy.