Hacia la movilidad eléctrica

En Ecuador los incentivos estatales de compra que apuntan hacia la movilidad eléctrica en los últimos años han dinamizado el mercado, pero se requiere que más negocios privados del país remen a favor de esta transición

El reto global y de todo país actualmente es caminar hacia la adopción de energías renovables y menos contaminantes para el planeta.

En Ecuador los incentivos estatales de compra que apuntan hacia la movilidad eléctrica en los últimos años han dinamizado el mercado: la venta de carros eléctricos ha crecido y eso está llevando a las gasolineras del país a invertir en poner más puntos de carga. No obstante, a este plan que podría ayudar a disminuir nuestra dependencia del combustible fósil le hace falta un componente: el compromiso de la empresa privada. El Estado ya hizo su parte en 2015 con la eliminación de aranceles, IVA e ICE, y podría hacer más si llega a concretar su promesa inicial de dar a los usuarios tarifas eléctricas diferenciadas. No obstante, este plan no camina sin la ayuda de las empresas. Ciertos supermercados y hasta cementerios han venido apostando por la creación de electrolineras como un plus al servicio que dan a sus clientes, pero se requiere que más negocios del país remen a favor de esta transición y se pueda acceder a mejores tecnologías que permitan la carga en el menor tiempo posible. Es la alternativa más inmediata para el consumidor ecuatoriano en un contexto de altos precios de combustibles y de lucha contra el cambio climático.