Muy bien, pero ¿cuándo?

Solo cuando arranque su implementación la ciudadanía creerá que se cumplirá esta promesa, cuya materialización se ha postergado más de cinco décadas’

Una intensiva campaña anuncia que una de las obras más esperadas por los guayaquileños se hará realidad. El dragado va porque va, es el eslogan que se promociona en radio, prensa escrita y televisión; sin embargo, no se da a conocer la fecha de inicio de los trabajos ni los plazos de ejecución. Solo cuando arranque su implementación la ciudadanía creerá que se cumplirá esta promesa, cuya materialización se ha postergado más de cinco décadas. Ya administraciones pasadas hicieron en su momento anuncios que jamás se concretaron porque fallaron las licitaciones nacionales e internacionales, o porque jamás se pasó de la adjudicación del contrato a la ejecución, debido a los precios concertados o a sospechas de corrupción. La extracción de sedimentos del río Guayas, acumulados por más de medio siglo por la inacción de autoridades nacionales y locales no admite demora. Las consecuencias de no hacerlo podrían ser catastróficas para Guayaquil y los cantones vecinos ubicados en la cuenca de sus afluentes, el Daule y el Babahoyo. Están en peligro la seguridad alimentaria de la zona, el bienestar de sus habitantes y el futuro de la ciudad, amenazados por las inundaciones que podrían darse en un plazo no muy lejano como efecto del aumento del nivel del mar por el calentamiento global.