Editoriales

¿Emergencia aérea?

Las bandadas pueden generar múltiples daños materiales, con el agravante, en temas aeroportuarios, de que pueden provocar graves accidentes que implican la pérdida de numerosas vidas humanas’.

La denuncia hecha la semana pasada por una reconocida aerolínea debido al impacto de aves contra dos de sus aviones en pleno despegue en el aeropuerto José Joaquín de Olmedo de Guayaquil, revive un problema recurrente al que las autoridades no han dado ninguna solución.

Ya en 2010 la propia Dirección General de Aviación Civil (DAC) alertó sobre incidentes provocados por una colonia de pájaros, desde ese entonces asentada en zonas cercanas al aeropuerto, como el islote El Palmar. Más de una década después nada se ha hecho, lo que evidencia la falta de compromiso de los funcionarios correspondientes para asumir responsabilidades y tomar acciones radicales.

Las autoridades, incluyendo las ambientalistas, deben trabajar sin demora en el desarrollo de un mecanismo que evite la presencia de todo tipo de aves en zonas aledañas al campo de aviación, y que permita controlar el volumen de su población y mitigar el peligro que representan para los vuelos.

Las bandadas pueden generar múltiples daños materiales, con el agravante, en temas aeroportuarios, de que pueden provocar graves accidentes que implican la pérdida de numerosas vidas humanas.

Es necesario actuar con presteza para prevenir. No esperar a que ocurran tragedias para recién ahí reaccionar.