Editorial: El nudo gordiano de la vía a la Costa

Urge que la malla de vías alternas proyectadas pase pronto de los planes a su ejecución y se dé mantenimiento

Muchas son las propuestas para resolver los múltiples problemas de la vía a la Costa, pero no se ha definido cuál ejecutar primero para empezar a desenredar el ovillo. Esta vía que conduce al nuevo ‘polo de desarrollo’ de Guayaquil ya está saturada, lo que anticipa que el congestionamiento se volverá inmanejable cuando se encuentren habitados todos los proyectos residenciales en construcción y abran los centros comerciales que se están edificando y el futuro nuevo aeropuerto.

Además, soporta tráfico pesado hacia el puerto de Posorja, pese a no haber sido diseñada para ello, lo que provoca deterioro de la capa de rodadura, accidentes y volcaduras de tráileres que interrumpen el tránsito y causan muertes. Aunque el control de la vía recae en dos entidades distintas, se irrespetan límites de velocidad y carriles exclusivos para vehículos livianos. Y al pie de las casetas de peaje, tráileres y camiones se estacionan hasta en triple fila, obstruyendo el paso.

Urge que la malla de vías alternas proyectadas pase pronto de los planes a su ejecución, se dé mantenimiento acorde al desgaste actual y exista control real por parte de la CTE y la ATM. Y si los recursos escasean, es el momento de presentar propuestas al Gobierno para que se incluyan en los cambios necesarios al marco legal vigente, que permitan la inversión del sector privado.