Editorial: Votar a ciegas

También es indispensable conocer a quiénes piensan postular para la eventual Constituyente

Para decidir si es conveniente o no la convocatoria a una Asamblea Constituyente, el votante requiere conocer al menos las líneas generales de lo que el Gobierno -como principal promotor de la iniciativa, sin despreciar las propuestas de otras organizaciones políticas- quiere cambiar. El proyecto existe y está listo, al menos así lo ha informado el primer mandatario, pero por qué negarle al elector conocerlo para sufragar con mayor información. Algunas ideas empiezan a avizorarse en el horizonte. Es necesario conocer más y no esperar a la eventual campaña para la elección de los legisladores constituyentes para recién ahí conocer las propuestas.

Es más, antes del 16 de noviembre, también es indispensable conocer a quiénes piensan las organizaciones políticas postular para la eventual Constituyente. Los legisladores actuales, salvo una que otra excepción, no son el mejor referente de quienes se espera que redacten la nueva Carta Política. Muchos de ellos, es muy probable, serán seleccionados por sus partidos y movimientos para captar uno de los 80 escaños.

Es verdad, es mucho pedirle a las organizaciones políticas, pero es información muy necesaria para que el votante pueda tomar una decisión. No se trata de un salto de fe, ni un cheque en blanco, es el futuro del país.