Editorial: La tierra grita por atención urgente
La sociedad ecuatoriana y los gobiernos no pueden seguir reaccionando solo cuando el desastre ya está ocurriendo
El cambio climático golpea cada vez con más fuerza, pero en Ecuador seguimos sin tomar medidas concretas y conciencia sobre lo que ocurre en el país y a nivel global. En verano, las sequías arrasan cultivos y dejan a las comunidades sin agua; en invierno, las lluvias extremas provocan inundaciones y deslaves que destruyen hogares, vidas, carreteras y por ende, el progreso nacional. Aun así, la sociedad y los gobiernos nacional y locales continúan actuando como si estos eventos fueran simples anomalías y no el resultado de años de daño ambiental y falta de políticas efectivas de mitigación.
No basta con hablar del cambio climático en foros o hacer promesas vacías. Se necesitan acciones urgentes y sostenibles: planificación urbana adecuada, conservación de ecosistemas, reducción real de emisiones contaminantes y educación ambiental desde la infancia. Sin un cambio estructural, cada estación del año será un recordatorio cruel de nuestra inacción.
Es hora de escuchar lo que el planeta nos grita. Los gobiernos, las empresas y la ciudadanía deben asumir su responsabilidad y comprometerse con soluciones que mitiguen estos extremos climáticos. No podemos seguir reaccionando solo cuando el desastre ya está ocurriendo. Si no tomamos conciencia ahora, el futuro será aún más incierto y hostil.