Editorial | Rescate del centro de Quito y de Guayaquil
Urge que se planteen soluciones sostenibles para que recuperen el dinamismo que tenían antes
El 47 ° aniversario de la declaratoria de Quito como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco es una oportunidad para que los municipios, la academia y la sociedad se planteen la necesidad de emprender iniciativas para la reactivación y conservación del centro de la capital y por extensión del de Guayaquil.
Actualmente, los cascos centrales de las dos ciudades más grandes del país atraviesan preocupantes crisis de inseguridad, éxodo de pobladores, empobrecimiento, abandono, entre otras. El centro de Quito, con su riqueza histórica y arquitectónica; y la vibrante actividad comercial de las calles céntricas del Puerto Principal, siempre han constituido grandes atractivos para el turismo local y extranjero, por ser muy representativos de la identidad de ambas urbes.
Por eso se hace urgente que se planteen soluciones sostenibles para que recuperen el dinamismo que tenían antes. Otros sectores tradicionales también están siguiendo el mismo camino, como la zona de La Mariscal en Quito, que hasta hace relativamente poco tiempo era el epicentro de una intensa vida nocturna, donde abundaban restaurantes, bares y discotecas, y hoy es un lugar peligroso, con presencia de grupos criminales. Resulta inconcebible que autoridades y ciudadanía permitan que el deterioro avance, convertidos en simples observadores, sin reaccionar con medidas urgentes que lo frenen.