Editorial | Minería ilegal: otro enemigo de la salud

La exposición a agua contaminada por la explotación minera irresponsable, incrementa la probabilidad de padecer cáncer

En Ecuador la minería ilegal avanza cada día, sin que los esfuerzos que el Gobierno despliega den los resultados esperados. Y es que no solo se trata de la pérdida de valiosos recursos económicos que tanta falta hacen para cubrir el déficit fiscal, ni de la devastación de la naturaleza en amplias zonas de tres regiones del territorio nacional. El tema escala incluso a un problema de salud pública, pues las aguas residuales de esta actividad ilícita están contaminado ríos, cultivos y camaroneras. En zonas de la Amazonía, los afluentes de los que se abastecen las poblaciones tienen tal nivel de contaminación que los peces flotan muertos en la superficie del agua. Asimismo, en la Costa, en la provincia de El Oro, se han detectado metales pesados y químicos letales en piscinas de cría para la industria acuícola.

Personal médico de Solca Cuenca ha alertado sobre los riesgos que implica para la salud la exposición a agua contaminada con arsénico y mercurio como consecuencia de la explotación minera irresponsable, lo cual incrementa la probabilidad de padecer cáncer de piel, riñón, vejiga y pulmón, según evidencia científica respaldada por la OMS.

Urge que el Gobierno ponga freno a la aniquilación de la naturaleza, proteja las fuentes hídricas y establezca políticas estrictas que prevengan y sancionen daños irreversibles a la salud y al ambiente.