Editorial | La justicia en un peloteo

Varios jueces y fiscales -para no generalizar- actúan a favor de los delincuentes y narcotraficantes y no pasa nada

Esto no es fútbol, pero qué manera de lanzarse la pelota. El Consejo de la Judicatura y la Fiscalía General del Estado han demostrado ser muy buenas instituciones para el espíritu de cuerpo y para hacer la de Poncio Pilato cuando les conviene. La liberación de dos sujetos sospechosos de un secuestro que terminó en la muerte de la raptada y de otras tres personas más es la clara evidencia de que la justicia en Ecuador es selectiva.

Varios jueces y fiscales -para no generalizar- actúan a favor de los delincuentes y narcotraficantes y no pasa nada. No es normal que el ministro del Interior mencione públicamente el nombre de un juez e insinúe supuestos intentos de presiones hacia él. Pero, ¿qué es peor? ¿Que parte de los funcionarios judiciales estén al servicio del crimen organizado o que la sociedad normalice estas condenables prácticas de malos servidores públicos? Ninguna de estas situaciones deberían suceder ni ser normalizadas; sin embargo suceden y son normalizadas.

Mientras la justicia funcione con un Consejo de la Judicatura y una Fiscalía que privilegie el espíritu de cuerpo y el lavado de cara en lugar de la depuración de sus malos elementos, el país se alejará más y más de la tan anhelada justicia independiente.