Editorial | El escudo del contrapeso
Por eso -y más- es importante que el poder tenga un contrapeso que le haga entender cuándo está haciendo algo mal...
Usar la justicia para fines políticos es un camino sin retorno. Cuando se decide hacer uso del poder político para meter la mano a los tribunales es porque se está dispuesto a todo, por mucho que el fin se lo quiera maquillar con buenas intenciones.
Por eso -y más- es importante que el poder tenga un contrapeso que le haga entender cuándo está haciendo algo mal. Entiéndase con contrapeso a una Asamblea Nacional independiente, no conspirativa, y unos líderes políticos dispuestos a cuestionar sin importar el costo, así como unos medios de comunicación comprometidos a investigar y develar la verdad, independientemente de los nombres que haya detrás. Los dos primeros contrapesos, en Ecuador, están anulados pues hay una Asamblea sumisa y unos líderes políticos silenciosos. Y el tercero está en la pelea. En el caso particular de este medio, dejando claro que su misión es evidenciar hechos y no perseguir a nadie.
Sin estos contrapesos, la democracia flaquea. Puede que ahora aún no se sienta. Que el mensaje de la extradición de un líder del narcotráfico sea un discurso muy seductor y alentador desde el punto de vista de la comunicación política, pero cuando ese mismo poder toque a la puerta del político opositor, del detractor, del ciudadano común, la situación cambiará. No hay que esperar a que eso suceda para recién entonces reaccionar.