Editorial | El voto no anula, reforma las vías

No significa que la ciudadanía no desee una transformación real

El revés electoral que sufrió el Gobierno en las urnas deja un mensaje claro, que no debe ser tergiversado. Si bien el voto ciudadano trabó el diseño de una nueva Constitución, esto no elimina las otras opciones que las autoridades tienen para lograr el cambio que el país necesita con urgencia. Aunque una mayoría no estuvo de acuerdo con la forma en cómo se pretendían aplicar varias reformas, eso no significa que la ciudadanía no desee una transformación real.

Los resultados del domingo no deben convertirse en una excusa para que las autoridades se relajen o dejen de actuar, endilgando al pueblo un falso mensaje de no querer un país nuevo y moderno, digno de mejores servicios públicos y calidad de vida.

Todo lo contrario: el resultado debe desafiar a quienes ejercen el poder, demostrando su real voluntad política por entregar un Ecuador mejor. Para ello existen otras alternativas que el Gobierno debe explorar: desde reformas legales, aprovechando su fuerza legislativa, hasta el fortalecimiento de la confianza en las instituciones fundamentales como las de justicia, garantizando la seguridad jurídica indispensable para que llegue la inversión que urge al país para generar empleo y desarrollo. Ecuador sigue esperando acción y cambio, no excusas.