Editorial: El mensaje de los argentinos

El Gobierno no debe dejarse llevar solo por estadísticas, ni tratar de cambiar la percepción de inseguridad con campaña 

La derrota del presidente de Argentina en los recientes comicios legislativos ha llevado a los analistas de ese país a concluir que este resultado negativo obedece a que el Gobierno en funciones pensó que la reducción significativa de la inflación sería suficiente para mantener eternamente satisfecha a la ciudadanía. Sin embargo, la mejora en este rubro significó también el estancamiento de la economía, lo que repercutió en la calidad de vida de los hogares.

Lo ocurrido en el país del sur debe alertar al Gobierno de Ecuador para no dejarse llevar solo por estadísticas o encuestas, y mucho menos tratar de cambiar la percepción de inseguridad o de servicios deficientes con una intensa campaña propagandística.

Al ciudadano común (que conforma la mayoría de la población) no le importa la mejoría en los índices macroeconómicos. Le interesa tener empleo para poder cubrir sus necesidades básicas. Quiere tener garantías de que no lo matarán al salir a la calle, de que no secuestrarán a ningún familiar suyo, de que no será víctima de un asalto y de que no le cobrarán vacunas que lo obliguen a cerrar su negocio o emprendimiento, o incluso a mudarse de su casa. Quiere buena atención médica y educación de calidad.

La realidad se impone. Si el Gobierno quiere el apoyo de la gente debe afrontar la verdad y rectificar a tiempo. Vale analizar lo sucedido en Argentina.