Editorial | Candidatos vacíos

Ese es el camino del país: sinuoso y labrado por las malas decisiones de gobernantes

En orillas políticas opuestas, pero similares en varios aspectos. Los dos candidatos finalistas para el balotaje del 13 de abril guardan similitudes. Una de ellas es que ninguno ha aceptado la invitación a ser entrevistado en las instalaciones de este Diario cuando se los ha invitado (al menos no durante la campaña). Además de evadir los temas realmente importantes y álgidos, también son de aquellos políticos que prefieren guardar silencio y dejar que la ola pase en su cresta más alta en lugar de encararla. Asimismo, coinciden en no plantear propuestas claras que tracen una hoja de ruta para los cuatro años venideros.

Es evidente que ninguno de los dos tiene un camino fácil por delante. Lamentablemente, ese es el camino del país: sinuoso y labrado por las malas decisiones de gobernantes que miraron una agenda propia en lugar de trazar una de todos y para todos.

Sería interesante escucharlos plantear una solución real al contrabando de combustible, al problema de los subsidios, a la crisis de corrupción en el sistema de salud pública y del Seguro Social, a la pantomima que se ha vuelto la democracia con partidos de alquiler sin ideología propia, excepto la que les dicta el verde de los dólares. Claro que sería interesante escucharlos, pero como esos temas son ‘papas calientes’ resulta mejor no hablar de ellos.