Cambios urgentes
Un replanteamiento del sistema de salud es urgente. El Gobierno central no puede continuar ensayando modelos fracasados como si con ello pudiese cambiar la realidad de los sistemas corruptos
El presidente de la República, que suma cuestionamientos a diario por la inacción gubernamental, debe dejar a un lado el discurso idealista y hacer algo urgente que marque un antes y un después de su gobierno, porque en año y medio de gestión no ha dado muestras contundentes de cambios que hayan mejorado la seguridad ciudadana ni la social, peor la economía real y el desarrollo nacional.
El país demanda decisiones políticas profundas y coherentes que modifiquen los sistemas de contratación pública, de salud y de seguridad social, para eliminar de raíz la corrupción.
La seguridad social no puede continuar con hospitales como el Teodoro Maldonado Carbo, con problemas de corrupción enquistados, que no han podido eliminarse en más de veinte años. Tal vez es hora de que se empiece a analizar la posibilidad de acabar con el actual modelo de asistencia sanitaria y pensar en las concesiones o administraciones privadas.
No se puede insistir en procedimientos que han fracasado porque es lo mismo que no hacer nada. El Gobierno tiene que responderle a los ciudadanos si la moralización está en su agenda y qué acciones está ejecutando para cumplir con sus ofrecimientos de campaña.