Lo étnico y lo nacional

Las acciones reivindicativas en un país democrático tienen un margen de maniobra con salidas negociadas.
Lo que hoy vivimos escapa a la idea de una lucha socioreivindicativa. No lo es, pues la desborda. Las acciones reivindicativas en un país democrático tienen un margen de maniobra con salidas negociadas. Los extremismos, de izquierda y derecha, cierran esa posibilidad. Siempre tienen un coctel de amenaza, violencia, cierre de vías, chantaje, terror, destrucción, muerte y miles de millones en pérdidas.
Quito y otras ciudades son asediadas y destruidas por acciones políticas de facciones, mafias y fuerzas políticas no democráticas. Hoy como ayer diversas explicaciones se dan sobre esto y por qué un movimiento étnico que nació en 1986, y que ha sido protagonista de luchas socioeconómicas y políticas ha llegado al nivel actual. Es complejo saber cómo la esencia y dinámica étnica-cultural (matriz de la Conaie), vive desbordando al Estado nacional republicano, sus instituciones, modo de vida y reglas del ejercicio de poder democrático.
Esta complejidad se podría aclarar con dos términos que son fundamentales: lo étnico y lo democrático nacional. De aquí salen las preguntas necesarias para comprender esto: 1. ¿Por qué lo étnico-indígena rebasa siempre el cauce democrático, jurídico-legal, las instituciones y sus normas? 2. ¿Por qué, en 1992, cuando posicionó lo étnico-indígena no se abrió el debate del efecto que tiene ser un Estado democrático, unitario, intercultural, plurinacional? 3. ¿Por qué los constituyentes del 2008 no debatieron este problema? 4. ¿Por qué otros países con más indígenas: Guatemala 43,8 %, Chile 12,8 %, Perú 12,1 %, no son plurinacionales? 5. ¿Por qué la Conaie, comunidad étnica indígena (7 %), no representa a otras minorías y la mayoría mestiza? La posible respuesta está en la fundamentalista idea de creerse nacionalidades ancestrales, las primeras y que por tanto deben dominar y gobernar el país diverso. Otros términos: ciudadanía y democracia, no los reconocen las comunidades y señoríos étnicos, pues no se identifican en ellos. La Conaie y dirigentes hablan y actúan como sujetos étnicos, caciques, con un jefe inca. Es básico conocer el por qué del continuo asedio de dogmáticos grupos socioétnicos, que violentan, desarticulan y deslegitiman al Estado republicano democrático de ciudadanos.