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Mujer y el camino que falta

Avatar del Rubén Montoya

Ella no es la culpable de que la maltraten, celen o violen, ni sus mejores atributos pasan por la autopista de sus piernas...

Antier fue 8 de marzo y recordé: Malala con solo 16 años rebelándose ante la ausencia de educación igualitaria en el Pakistán islamita y talibán. Y Greta Thunberg, quinceañera, protestando frente al parlamento de su civilizada Suecia para frenar la loca carrera por destruir al planeta, y un año después enrojeciendo al farsante que gobernó EE. UU. Y Johana Bahamón, la joven actriz que colgó la fama para crear el más revolucionario sistema de "segundas oportunidades" para los presos de Colombia...

 Herencia son de Matilde Hidalgo, Fátima al-Fhiri, Maya Angelou, Oriana Fallaci, Clara Campoamor, Marie Curie, Ángela Merkel, Coco Chanel. 

¿Qué punto las conecta? El valor, la virtud más escasa del planeta. No solo fueron pioneras: hay en sus espíritus un fuego sagrado que las lanzó contra el diseño de las costumbres tradicionales, del imperio del macho, de las normas de un sistema que las quiere tal cual las usan hoy los programas deportivos: de florero. 

Ahora que está de moda decirles: "estás buena" y empaquetar allí toda su capacidad, su talento o su derecho a ser reconocidas, hay que recordar a quienes nos enseñaron que el verbo dar no es exclusivo de los hombres, ni recibir es solo femenino. Que sus mejores atributos no pasan por la autopista de sus piernas; que no es la culpable de que la maltraten, celen o violen; y que su libertad no se negocia y, por tanto, en ningún altar se entrega.

Y así como esos íconos eternos de la lucha por la igualdad de género se atrevieron a desafiar la perversa validación social, hoy millones resisten y luchan, caminan a pasos lentos pero consistentes hacia una sociedad donde nadie valga por la curva de su cadera o el vértigo de su escote.

Porque todavía falta. Aún más de la mitad de las mujeres en esta isla de paz llamada Ecuador sufre de violencia física, sexual o sicológica a lo largo de su vida (y todos los días violan a 5 niñas). Y en el mundo, 1 de cada 3 mujeres es golpeada o violada... generalmente por su pareja. 

Falta aún, y tanto. Pero será menos cada vez que ellas pongan valor y se den cuenta de que su enemigo, en el fondo, está muerto de miedo porque les teme.