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En manos de unos “ingenuos”

Avatar del Rubén Montoya

Ojalá que el ataque de candor sea tan breve como los 100 minutos en que no resolvió nada. Porque a nuestra edad, señor presidente, la ingenuidad tiene otro nombre

Habló antier Guillermo Lasso y dijo: “llegó la hora de que los ingenuos nos hagamos cargo de la política y dejemos a los expertos en su casa porque ya disfrutaron mucho de los dineros públicos”. Ha de suponerse que el comandante de los “ingenuos” es él. En cambio, no es una suposición que difícilmente dará los nombres de esos “expertos”. Porque él mismo declara que “si las paredes de mi despacho pudieran hablar serían vibrantes testigos de planteamientos de corrupción”. ¿Y por qué no los denuncia? ¿O acaso espera que sus paredes lo hagan?

El presidente es dueño de tirar la piedra, pero no de esconder la mano. Y lo hace: mandó investigar el pago de impuestos del líder de la Izquierda Democrática y de un puñado de asambleístas opositores… y seguimos sin resultados. Anunció hace un año ejecutar una nueva política de hidrocarburos… y no se la ve. Prometió arreglar en “los primeros cien minutos” de su gobierno el naufragio que heredó. Y no van 100 minutos, sino 400 días.

¿Será “ingenuo” para arreglar el desastre que dejó la intentona golpista de los indígenas y sus aliados? Cientos de millones de dólares en pérdidas productivas, un déficit fiscal que se despeña, casi 4 millones de desempleados cuyo destino es ser vendedores de esquina, y un país indiferente que va normalizando el terrorismo disfrazado de política, merecen algo más que un fallido ejercicio de sarcasmo.

Cuando al frente, en el pelotón de los enemigos de nuestra flaca democracia, se agrupan las huestes del narcotráfico, los vándalos impunes de la Conaie y algunos asaltantes de caminos que se esconden en curules, hace falta mucho más que sacar a un puñado de ministros intrascendentes y cambiarlos por otros que, con suerte, les harán dúo.

Como el nuevo ministro de Finanzas que, según consta en el portal del SRI, pagó como persona natural USD 36 de impuestos el 2021. ¿Cómo puede manejar un ministerio que vive de regalías y tributos quien pagó eso por impuesto a la renta?

Ojalá que el ataque de candor sea tan breve como los 100 minutos en que no resolvió nada. Porque a nuestra edad, señor presidente, la ingenuidad tiene otro nombre.