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La debilidad de las FF. AA.

Avatar del Rosa Torres Gorostiza

El cuidado del espacio aéreo ecuatoriano es responsabilidad de las Fuerzas Armadas. Y para eso no necesitan estado de excepción ni toques de queda’.

En un hangar de la Base Aérea de Guayaquil los técnicos aún siguen manteniendo en vida útil a los tres helicópteros Dhruv, sobrevivientes de una flotilla de siete comprada en 2009, de los que cuatro cayeron a tierra.

Los accidentes aéreos, que costaron vidas, pusieron en evidencia actos corruptos por los que hasta hoy, trece años después, no hay sentenciados ni por los tribunales de justicia ni en el ámbito administrativo.

Los Dhruv fueron promocionados en el 2009 por el gobierno correísta como fundamentales para que la FAE cubriera parte de la limitante que ya tenía en la búsqueda y rescate de personas, y para la vigilancia aérea.

Trece años después no solo que estas aeronaves no han vuelto a volar - tampoco pueden venderse- sino que aumentaron las debilidades de una rama de las Fuerzas Armadas, que cada vez tiene menos recursos y aeronaves para cumplir con su misión de resguardar el espacio aéreo ecuatoriano.

Con la excusa de que exponer las limitantes es poner en riesgo la seguridad nacional, no ha habido ningún comandante de la FAE que reclame por la falta de recursos de la más diversa índole, para poder cumplir con la vigilancia aérea. Par ello no necesitan una declaratoria de estado de extensión ni toques de queda.

Fueron las compras de los Dhruv y de los radares chinos, en el gobierno de Rafael Correa, los que nunca funcionaron, los que dejaron sin el debido control a las fronteras aéreas, permitiendo el libre ingreso de las avionetas del narcotráfico. Pero también fueron los silencios y las omisiones de los comandantes de turno de la FAE los causantes de lo que ocurre en esa fuerza y en la seguridad interna y externa del país.

Del cuidado del espacio aéreo, por el que ingresa dinero y sale la droga en avionetas, es responsable la Fuerza Aérea Ecuatoriana. El radar de Montecristi, inutilizado por una explosión, también está a cargo de la misma rama militar, porque así lo establecen las leyes y la Constitución de la República.

Basta de decir que los militares no pueden apoyar a la seguridad ciudadana porque la Carta Política del Estado no se lo permite. Voluntad es lo que falta.