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La estrategia de inacción

Avatar del Roberto Passailaigue

Uno de esos partidos fue su aliado para llegar a Carondelet y traicionado al inicio del gobierno, para pactar con quienes ahora manejan la Asamblea, entre quienes estaba el grupo correísta

La salida de Quito de Iza y sus huestes fue la del captor despedido por sus secuestrados con el síndrome de Estocolmo. Calle de honor y loas de triunfo a la Conaie que, por la fuerza, consigue lo que quiere.

Se dice que ganó el Gobierno porque su estrategia de la inacción hizo que los secuestradores se cansen y se sienten a negociar, más aún cuando sus asociados complotados en la Asamblea fracasaron en su intento de destituir al presidente.

El contenido del acta es irrelevante. Que se concedió lo que ya está en la Constitución, que solo se rebajaron 5 centavos a los 10 que ya había bajado el Gobierno, que se condonan deudas ya condonadas o que derogan decretos ya derogados, no tiene importancia. Los 10 puntos eran el pretexto, el objetivo fue derrocar al Gobierno, con presidente y vicepresidente, para que opere la sucesión presidencial por el presidente de la Asamblea.

Lo preocupante y grave fue el secuestro y vilipendio a un pueblo, que no pudo ser defendido por el único estamento autorizado legalmente para el uso de la fuerza, quedando en la indefensión. Con delincuentes y terroristas no se negocia, dijo quien extirpó el terrorismo del país.

La no destitución del presidente Lasso por la Asamblea no es una ratificación de funciones o un apoyo al Ejecutivo. Es el triunfo del sistema democrático, para que no se siga violentando la Constitución en una conspiración sediciosa. Y no se lo destituyó por el apoyo frontal y decidido de dos partidos políticos cuyos líderes habían sido descalificados e insultados en meses anteriores por el presidente que ahora salvan. Uno de esos partidos fue su aliado para llegar a Carondelet y traicionado al inicio del gobierno, para pactar con quienes ahora manejan la Asamblea, entre quienes estaba el grupo correísta.

Ahora no funcionará la inacción, el Gobierno deberá efectuar un cambio total de estrategia con ministros y funcionarios, poner mayor atención al agro y comunidades, inversión en lo social, educación, salud, obra pública y una mejor comunicación con la población. Caso contrario, en tres meses volverán las oscuras golondrinas.