El efecto invernadero que ocasiona el cambio climático en nuestro planeta ha sido tratado en forma concreta desde el 11 de diciembre de 1997, cuando en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio Climático celebrada en Kioto - Japón, mediante un Protocolo se fijaron límites para las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los países industrializados. Este Protocolo de Kioto es un tratado internacional que entró en vigor en febrero de 2005 y forma parte de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático establecida en 1992, y en 2001 ya eran 180 países sus miembros. De los grandes emisores solo se habían adherido la Unión Europea y Japón, mientras que China, Australia y Estados Unidos no lo hicieron. Desde entonces varias reuniones se han efectuado, como la de Montreal, Canadá, en 2005; en Bali, Indonesia en 2007, en Copenhague, Dinamarca en 2009; en Cancún, México en 2010 y muchas otras. En todas trataron medidas para mitigar el efecto invernadero, por el cual los gases acumulados en la atmósfera planetaria, producto de quema de combustibles fósiles, retienen la energía que el suelo produce por el calentamiento de la radiación solar.

Ya no queda tiempo para seguir en cumbres diplomáticas discutiendo intereses de los países con mayor índice contaminante, cuando el planeta se reseca, se incendia, inunda, tiembla, está enfermo, se muere. Nos alarmamos por los grandes incendios en EE.UU., Alaska, Groenlandia, México, Canadá, Brasil, Bolivia y ahora en Australia, donde la naturaleza se ha ensañado contra la isla continente por la falta de precaución e inoperancia de los seres humanos, donde el gobierno se declara impotente para controlar los incendios que afectan la mayor parte de la isla, quemando su fauna y flora endémica y probablemente extinguiendo algunas especias.

Que este infierno terrestre sirva de escarmiento a la humanidad, para trabajar unidos eliminando los gases que provocan el efecto invernadero que afecta el cambio climático. Defendamos nuestras sociedades, la naturaleza y la vida. Salvemos el planeta Tierra.