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Rafael Oyarte: Fortalecer el voto

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La preocupación para que no se fotografíe el voto no es consecuente con la falta de garantías que tiene este acto

Acudimos a otro acto eleccionario, esta vez para elegir a quien ejercerá la jefatura del Estado por (en principio) cuatro años. Y lo hemos hecho del mismo modo como hace décadas, pues en esto, la tecnología no ha llegado y las medidas más elementales de seguridad no existen. 

Es que al Consejo Electoral le bastó con el tema de no fotografiar el voto para impedir, dicen, las extorsiones, como que a un extorsionista le importa muchísimo si el extorsionado se ve abocado a una multa desproporcionada. Supongo que, como se afirmó con tanta seguridad que hay gente que extorsiona al elector, debe haber hartos procesos penales en contra de esos delincuentes. La preocupación para que no se fotografíe el voto no es consecuente con la falta de garantías que tiene este acto.

¿Cómo saber si el que entrega una cédula para votar es su titular o un suplantador? No es posible confiar solo en el buen ojo (y en el interés) de los miembros de mesa, y que en el siglo XXI no se usen máquinas capta huellas que confirmen su identidad (bueno, ni en el aeropuerto hay). ¿Cómo se sabe si el elector está depositando la papeleta de votación entregada por la junta y no otra dada por un comprador de votos? En otros países las papeletas electorales tienen doble numeración retirable para saber que si en la mesa le dieron la papeleta 352 usted devolvió una con ese número (el que se retira al momento de depositarlo en la urna para garantizar el secreto de sufragio). ¿Cómo sabe el elector que no le ven o le filman al momento de votar si no hay cámara secreta sino un cartón, veleidosamente llamado biombo, que no tapa nada? ¿Cómo sabe el elector que su voto es correctamente contado, si el escrutinio se hace a puerta cerrada, y no públicamente y a viva voz, como ocurre en naciones civilizadas? ¿Le consta al ciudadano que lo que se llena en las actas es lo que verdaderamente ha ocurrido? ¿Es posible que un desviado miembro de junta marque una papeleta en blanco, a favor de un candidato, o que haga un trazo que anule el voto del otro postulante?

Por eso en Ecuador el que pierde sale a gritar ‘fraude’ sin ningún miramiento, porque al elector nunca le quedará claro si sirve su voto, llenado a mano, contado a mano, con actas escritas a mano, que luego son escaneadas y procesadas por un Consejo Electoral que no genera confianza. La de anteayer no fue la última elección: hay que garantizar el voto plenamente.