Mentalidad de fanáticos del fútbol

La actitud, a veces extremamente egoísta del hincha de fútbol, hay que dejarla para el estadio, pero tratándose del país, no miren a la persona, miren los hechos, o ¿vamos a vivir peleando entre nosotros siempre?
En medio de la crisis desatada en Ucrania por la invasión rusa, el Gobierno inició todos los esfuerzos para poner a salvo a los compatriotas, en su mayoría centenares de jóvenes estudiantes. Ni Ecuador, ni país alguno en Latinoamérica estaba preparado para una circunstancia como esta. No obstante, el canciller y su equipo hicieron su mejor esfuerzo: los jóvenes pudieron trasladarse a los puntos de frontera, fueron recibidos y atendidos, se los alimentó y alojó a la gran mayoría, y se efectuaron los arreglos para su traslado al país. Algunos de ellos vinieron hasta con sus mascotas.
Inmediatamente surgieron los detractores para criticar, para ofender, para cuestionar. Gastaron más tiempo en ver cómo podían torpedear con hechos o palabras el esfuerzo que se hacía, en lugar de ayudar, o simplemente callarse para no estorbar. Pero esta actitud no es patrimonio de unos, es patrimonio de lado y lado. Muy pocos tienen la capacidad objetiva para aceptar que también en los dos últimos gobiernos se hicieron cosas buenas, pero basta que no sean ellos los que las hicieron, para que todo esté mal.
Eso nos pasa porque confundimos ser hinchas de fútbol con ser ciudadanos. Si eres emelecista y Barcelona juega la semifinal de la Libertadores, que pierda. Si eres barcelonista y Emelec juega la final con Independiente, que pierda. Así, el otro no luce mejor, lo cual me hace lucir mejor a mí. Esa mentalidad traída a la vida ciudadana está incinerando al país, porque no importa lo que haga Lasso, hay que boicotearlo para que no brille, así el país se haga pedazos. No importa si algo bueno se hizo antes, trata de echarle tierra, no dejes vestigio y hazlo de nuevo (aunque sea mal hecho), que nada se vea como bien hecho.
El país no puede seguir con esta lógica porque necesitamos construir una agenda de temas esenciales donde estemos de acuerdo y los convirtamos en políticas de Estado. La actitud, a veces extremamente egoísta del hincha de fútbol, hay que dejarla para el estadio, pero tratándose del país, no miren a la persona, miren los hechos, o ¿vamos a vivir peleando entre nosotros siempre?