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Plan Nacional Agropecuario

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Desde las aulas de colegio se nos ha hablado de la vocación agrícola de Ecuador y la importancia de fomentar la agricultura para enfrenar el hambre y la desnutrición infantil, que siempre han sido un problema de la población de menores ingresos económicos en los países del tercer mundo. África por ejemplo, ha sufrido políticas agrarias devastadoras que han llevado a una incontrolable migración a Europa. Para los latinoamericanos y para nuestro país, la agricultura ha sido siempre el camino a seguir, pero no lo hemos hecho de la mejor manera.

Sin embargo, a finales del régimen anterior, en el Ministerio de Agricultura y Ganadería su último titular, Javier Lazo, se aprestaba a lanzar el Plan Nacional Agropecuario (PNA), que había logrado elaborar tras un trabajo técnico de dos años del ministerio a su cargo y de un organismo de reconocida autoridad mundial como es la FAO, según lo informó diario El Universo en entrevista al ministro el domingo 21 de marzo, plan que se habría elaborado como una “política de Estado” con el objeto de “convertir al campo en la fuerza motora de la economía ecuatoriana, con una visión de desarrollo para diez años”, que de aplicarse estimaba reduciría la pobreza en un 35 %, con un incremento de exportaciones que representen al menos $ 10.000 millones por año, aumentando el empleo rural vinculado al agro en un 40 % y con una desnutrición infantil crónica rural menor al 24 %. El presupuesto estimado del Plan es de $ 3.000 millones para diez años, es decir $ 300.000 por cada año.

Como la puesta en marcha del plan tenía como apoyo principal el programa Mano a Mano del gobierno anterior, la iniciativa incorpora modelos matemáticos, estadísticos y geográficos para hacer las predicciones económicas. Además se han identificado territorios priorizados, como áreas piloto, esto es, Cotopaxi, Tungurahua y Chimborazo.

Teniendo en su poder o archivo un Plan Nacional Agropecuario de tal valor, como parece tenerlo, toca al presidente Guillermo Lasso y al actual ministro de Agricultura evaluarlo y ponerlo en marcha cuanto antes.