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Modesto Apolo: La Constitución que necesitamos

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Una Constitución así es la que necesitamos

Luego de 17 años de vigencia de la Constitución ‘garantista’ Castro-Chavista, maquillada por abogados españoles izquierdistas, esa Constitución con el remoquete de Montecristi (2008), cuyo texto aprobado y puesto en vigencia no fue el discutido. La que por su hipergarantismo e hiperpresidencialismo debilitó la cohesión estatal, generó inseguridad jurídica ciudadana, inestabilidad política y deterioro institucional, al obstaculizar la respuesta contundente contra el crimen organizado, el terrorismo nacional y/o transnacional.

De triunfar el ‘SÍ’ en la consulta del 16 de noviembre de 2025, la nueva Constitución debe instaurar un garantismo responsable. Esto es, derechos regulados por la ley, de manera que no se conviertan en un escudo de impunidad. Debe darle primacía a los intereses colectivos, a la seguridad ciudadana, a la disciplina y convivencia social.

El monopolio estatal de la fuerza, la detención preventiva prioritaria, la separación estricta de los tres poderes; esto es: una Asamblea Nacional fuerte e independiente; seguridad jurídica con precedentes vinculantes y sin activismo político o ideológico judicial; el reconocimiento y declaración de ser una sola nación pluricultural; con autonomías subordinadas, protección ambiental, pero con soberanía sobre los recursos naturales explotables responsablemente; y la erradicación de la judicialización de la política.

La nueva Constitución del Ecuador debe ser concisa, jerarquizada y eficaz; en la que la ley impere sobre los principios y la seguridad, no sobre la impunidad.

Con el derecho a la protesta y a la resistencia debidamente regulados.

Una Constitución que asegure un Estado fuerte, con ciudadanos responsables. Con los tres poderes tradicionales; con el monopolio de la fuerza, la detención preventiva, la seguridad jurídica y soberanía sobre recursos; así se superarán las taras de la del 2008.

El ‘SÍ’ del 16 de noviembre no es un fin, es una necesidad, el mandato para una Constituyente que devuelva a nuestro Ecuador orden, justicia, seguridad y progreso colectivo.

Una Constitución así es la que necesitamos.