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¿Se rompe Pachakutik?

Avatar del Mariasol Pons

Paradójico que quienes dicen representar a la Conaie hayan olvidado que los miembros de UNES fueron quienes les clausuraron y quitaron la sede de su movimiento en el gobierno de Correa..., pero... el país sí se acuerda’.

El triunfo electoral de Pachakutik en 2021 fue histórico. Logró el segundo bloque legislativo después de UNES con 27 curules, hoy 25. El discurso de inclusión y representatividad demostró que el votante tenía en mente hablar de otros temas, quizá no tan marcados en la marcada narrativa que venía prevaleciendo. Pachakutik e Izquierda Democrática recibieron el apoyo de quienes estaban cansados del discurso polarizado donde, finalmente, ganó el país del encuentro propuesto por Guillermo Lasso.

Ahora bien, al inicio del periodo, cuando se analizaba a los integrantes de ese segundo bloque de poder Legislativo antes mencionado, no se tenía claro si realmente había un engranaje sólido entre la intención de voto captado - reflejado en el discurso- y la articulación de las acciones del bloque, por lo que podría romperse ante la necesidad de precisar y salir de los lugares comunes. Los asambleístas de este grupo, como todo colectivo humano, tienen diferencias de visión, pero resulta que son más profundas de lo anticipado. Mientras tanto, la Conaie viene marcada por un desgaste del manejo político de sus intereses y acciones, tiene una fuerte capacidad de movilización, pero no de representatividad y al ostentar una amenaza de protesta violenta, sus convocatorias pierden fuerza en la esfera nacional. Nadie quiere destrozos, el votante quiere poder trabajar y lidiar con su vida en paz. Pero resulta que esto es ver el tema con “sesgo”.

Esta semana, 9 asambleístas del bloque han decidido declararse en “rebeldía”, entre ellos: Mario Ruiz, Patricia Sánchez, Peter Calo, Joel Abad, Mireya Pazmiño, Fernando Cabascango, Darwin Pereira, Salvador Maita y Salvador Quishpe. No están de acuerdo con el manejo de su jefe de bancada: Rafael Lucero. Los cito: “Nosotros anunciamos que los nueve no obedeceremos ninguna orden que venga en la línea de apoyar políticas neoliberales. Obedeceremos a nuestras conciencias y lo que el pueblo ecuatoriano votó y nos puso aquí”. Esta interpretación “del pueblo ecuatoriano” puede ser tan inmensa como el infinito. Todavía no se atreven a llamarse un sub-bloque, pues estaría por determinarse una acción disciplinaria. Pero hasta que eso suceda, este grupo de 9 se le pega a UNES y al FUT. Paradójico que quienes dicen representar a la Conaie hayan olvidado que los miembros de UNES fueron quienes les clausuraron y quitaron la sede de su movimiento en el gobierno de Rafael Correa y que fue Lenín Moreno quien se las devolvió. Parecen olvidar que fueron censurados y amedrentados fuertemente; pero resulta que el país sí se acuerda. Esto puede ser de esperarse en una Asamblea cuyo manejo resulta táctico.

Para abrir el espectro, habría líneas duras ideológicas que parecen desvanecerse ante la aparición de la agenda legislativa. Así es que nos vamos con esta novedad previa a la vacancia parlamentaria, con el reconocimiento, por parte de la presidenta de la Asamblea Guadalupe Llori, de que se han trabajado muy pocas leyes y que se debe poner el acelerador en cuanto a proyectos legislativos que realmente aporten al desarrollo del país.

Desde la ciudadanía se pide que se le baje el ritmo a la politiquería, que se legisle sin recetas fallidas, en sintonía con las necesidades reales del país, y no las creadas por el orden del día.