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El problema de Israel y Palestina, y una solución

Avatar del Juan Faidutti

"Como los palestinos cada día pierden más terrenos por los asentamientos israelitas, la fórmula propuesta es que se decida que se forme un solo Estado"

Me comentaba un hijo que por qué no escribía sobre los problemas nacionales. Ya lo hice durante muchos años y hay una gran cantidad de periodistas que conocen bien los asuntos que conciernen a Ecuador y que sirven de guía o reflexión a quienes ostentan el poder. En este universo globalizado, a los sucesos de países regados por nuestro planeta los diarios dedican, por lo menos, una página y creo poder referirme a ellos, aunque sea en forma resumida.

En estos momentos hay nuevos choques entre el grupo terrorista Hamás e Israel. Desde una de las pequeñas zonas que les han quedado a los palestinos, Gaza, que aparentemente está manejada por Hamás, se ha empezado a lanzar cohetes a la zona israelita, lo que ha sido contestado con el poderoso armamento que posee Israel, destruyendo edificios donde tenían concentradas sus principales oficinas, y muriendo cientos de personas, sobre todo niños, de lado y lado, aunque más ha afectado a los palestinos.

La Unión Europea ha tratado de mediar, pues tienen buenas relaciones económicas con ambas partes, sin conseguir nada. Esta semana se está reuniendo la asamblea de Naciones Unidas, y sin querer ser profeta, no podrán resolver nada. Luego le correspondería al Consejo de Seguridad intervenir y tampoco podrá encontrar solución pues, si fuera perjudicial para los israelitas, Estados Unidos usará el veto y las cosas quedarán como están.

Hace algún tiempo escribí haciendo un recuento del problema y pretendiendo dar una solución. A nuestro criterio, los palestinos ya perdieron su oportunidad en 1945, cuando Naciones Unidas trazó un mapa en el cual se determinaban la creación de dos países con sus futuras fronteras, trazo hecho con mucha imparcialidad, que dio como resultado que Israel lo acepte y Ben Gurión, primer ministro, en un día organizó un gobierno por el que los ingleses que manejan administrativamente la zona que se discutía se retiraron intempestivamente. El problema fue que varios países árabes presionaron a los palestinos para que no acepten y ofrecieron todos sus contingentes militares para acabar con el nuevo Estado de Israel. En seis días de nacido, el ejército de Israel, infinitamente menor que el de los países árabes, ganó la guerra y es hoy el Estado más avanzado de la zona.

Como los palestinos cada día pierden más terrenos por los asentamientos israelitas, la fórmula propuesta es que se decida que se forme un solo Estado, en que palestinos e israelitas tengan los mismos derechos y ventajas, tanto en el manejo del gobierno, como en las resoluciones internacionales; en otras palabras, serán ciudadanos de un mismo Estado y actuarán en el ámbito mundial como un solo país.