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Juan Carlos Holguín | Que salga el sol en Venezuela

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No es fácil salir de una dictadura. Pero salir de una narcodictadura es más difícil aún

Con un contundente comunicado, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos designó al Cartel de los Soles como organización terrorista y acusó directamente al narcodictador Nicolás Maduro de ser uno de sus líderes y beneficiarios de las acciones de este grupo. 

Como lo han descrito desde hace algunos años varios analistas latinoamericanos, Venezuela ha sido captada por una narcodictadura que se escuda en un supuesto proyecto ideológico de izquierda, iniciado por Hugo Chávez y autodenominado Socialismo del Siglo XXI.

A diferencia de Cuba, cuyo proyecto dictatorial e ideológico aprovechó los pocos avances sociales conseguidos en el área de educación y salud para exportar supuestos conocimientos, la narcodictadura venezolana exporta desde hace varios años  su ‘modus operandi’ en las economías ilegales. 

Ha regado en la región la operación de grupos irregulares como el Tren de Aragua y ha expandido sus operaciones ilegales en el narcotráfico, minería ilegal y tráfico de personas, junto a los cárteles mexicanos y con el apoyo de las disidencias de grupos terroristas colombianos. 

La exportación de su modelo ideológico incluyó su vinculación a los procesos de desestabilización al gobierno de Moreno en Ecuador en 2019 y a los gobiernos de Colombia y Chile. Duque y Piñera lideraron por esos años los actos de Cúcuta, donde la sociedad puso en vilo a la narcodictadura venezolana. 

A un año de que se haya consolidado un vergonzoso fraude en unas supuestas elecciones, es importante recordar que la entonces candidata Luisa González dijo con manifiesta seguridad, que los venezolanos quieren regresar a su país “por lo bien que están las cosas allá”. 

El Ecuador se salvó de no tener hoy en el poder a un grupo político que tiene grandes deudas con Maduro. Se conoce de varios exfuncionarios del correísmo que cuentan con protección política y económica en Caracas. También de prebendas y consultorías que tienen políticos ecuatorianos en el gobierno del narcodictador. 

¿Qué podemos esperar ahora de Venezuela? No es fácil salir de una dictadura. Pero salir de una narcodictadura, es más difícil aún. El régimen chavista siempre se apoyó en organizaciones paralelas no-estatales, colectivos motorizados, paramilitares, bandas delictivas en las prisiones o el crimen organizado. Funciona en colusión con ellos y con diferentes grados de integración. Los vínculos entre sí no son accidentales, son orgánicos. Se trata de la fusión de la violencia del Estado, el control territorial y los extraordinarios recursos que se originan en el tráfico de drogas y personas, la minería ilegal y el contrabando de gasolina. 

Pero lo dijo María Corina Machado el domingo: durante este año, el pueblo venezolano ha mantenido intacta su lucha por la libertad. Ha logrado también que el mundo democrático reconozca la victoria de Edmundo González y que Maduro esté cada día más aislado, dentro y fuera de Venezuela. 

Un comunicado de la Embajada de Estados Unidos en Venezuela marca una línea de lo conseguido: “Maduro y su régimen criminal no durarán para siempre y la tierra de Bolívar volverá a ser democrática y libre”. 

Es lo que todos esperamos y lo que generará un punto de inflexión en la violencia que vive nuestra región.