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El CPCCS atrae delincuentes

Avatar del José Hernández

Y ahí vienen los interrogantes que suscita su actitud ahora que se sabe que una de las preguntas que el presidente Lasso incluirá en la Consulta busca eliminar las facultades que tiene ese ente para designar autoridades de control’.

Jaime Nebot es favorable a la eliminación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, CPCCS. En estos años también ha dicho que esa es “una institución que no debería existir en una democracia normal”. Y que es “un organismo que debe ponerse de lado”. Esa posición fue ratificada en el comunicado emitido por su partido el 19 de septiembre pasado. En él afirma que esa institución nunca debió existir y, por lo tanto, debe desaparecer.

Y sí, Jaime Nebot acierta en el plano conceptual y político. En la democracia republicana hay tres poderes; no cinco. Y acierta igualmente si se repasa la historia de lo que ocurrió con ese quinto poder durante el correísmo. Fue usado para, mediante concursos amañados, llevar a la cabeza de los organismos de control a correístas funcionales que no solo nada vieron y nada oyeron. Dejaron robar y, además, coimaron y se enriquecieron.

El caso más paradigmático (que está lejos de ser el único) es el del excontralor Carlos Pólit. Rafael Correa lo tuvo 10 años en el poder y siempre lo presentó como un funcionario modelo. Pólit está hoy detenido en Estados Unidos, acusado de seis cargos federales. Está en arresto domiciliario gracias a que pagó una fianza de 14 millones de dólares. Antes de esto, Correa lo seguía promocionando como un hombre honesto y había pedido a sus seguidores ayudar al pobre Carlos que estaba pasando apuros económicos en Estados Unidos…

Sí, Jaime Nebot tenía razón de pensar y decir que el CPCCS debía ser eliminado. Y ahí vienen los interrogantes que suscita su actitud ahora que se sabe que una de las preguntas que el presidente Lasso incluirá en la Consulta busca eliminar las facultades que tiene ese ente para designar autoridades de control. Si Nebot es coherente con sus afirmaciones, debe no solo estar a favor de esa pregunta sino en contra de todas las movidas políticas que busquen reanimar el peor adefesio inventado por el correísmo en Montecristi.

Sorpresa: sucede lo contrario. El PSC libra, desde junio de 2021, cuando la sobrina de Luis Almeida fue reelegida presidente del CPCCS, una batalla política para controlar el bodrio correísta. Y lo ha hecho con el correísmo. Y lo ha hecho siguiendo una estrategia que prueba que el objetivo buscado es el mismo que practicó Correa en el poder: tener la mayoría del CPCCS, llevar a juicio político a los titulares de los organismos de control y poner ahí su gente.

Si esto hicieron los correístas y el resultado fue opacidad administrativa y corrupción, ¿por qué el PSC reitera la operación política? ¿Y por qué lo hace en compañía del correísmo y de supuestos rebeldes de PK y la ID; algunos de los cuales son investigados por actos de corrupción?

En política todo se nota. Y hay confesiones públicas no solicitadas que se evidencian en movidas como la que acaba de efectuar el PSC en la Asamblea: se queda otra vez, en compañía de sus tóxicos aliados, con la mayoría del CPCCS. Y allí bregará, antes de la consulta popular, para designar un contralor que, de instalarse, llegará envuelto en un manto de dudas y suspicacias. Es normal: aquellos que inventaron a Pólit ni se han arrepentido ni han cambiado y tienen mucho que esconder. ¿El PSC está en las mismas circunstancias?

Jaime Nebot puede decir que él y su partido quieren eliminar al CPCCS. Debe ser cierto. Pero también lo es que, mientras eso ocurre -si ocurre en la consulta popular- lo han querido usar en compañía de los delincuentes que lo inventaron. Esa operación es la que acaban de efectuar al censurar a 4 de los 7 consejeros del CPCCS. Salvaron a sus peones.