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Ejecútese

Avatar del Jorge Jalil

Sube el precio de la canasta básica, las medidas draconianas que se toman en Shanghái afectan el comercio mundial, la guerra en Ucrania

Estamos en medio de una crisis nacional que sobrepasa los distintos aspectos de la vida en sociedad. Por un lado, la delincuencia no da tregua con los robos y sicariatos, convirtiéndose en pan de cada día. La inflación de Estados Unidos, debido a que usamos su moneda, ya nos empezó a tocar la puerta. Sube el precio de la canasta básica, las medidas draconianas que se toman en Shanghái afectan el comercio mundial, la guerra en Ucrania; los sectores agrícola y ganadero piden al gobierno ayuda por la situación que atraviesan y en general, con temor a ser simplista, las cosas no van bien. Sobre los exportadores en particular, el presidente ha dicho que eso es un problema de unas pocas familias ricas y que ellos mismos deben solucionarlo pero, ¿y los puestos de trabajo directos e indirectos que se alimentan de la industria?, ¿los proveedores, los que transportan el producto, también son millonarios? Como un liberal convencido, decir ciertas cosas es difícil pero es que para que los ideales en los que creo se apliquen necesitamos de un Estado que deje operar el comercio libremente. Aquí existen controles de precios, impuesto a la salida de divisas, un salario mínimo que es el más alto en la región; entonces, así como el Estado interviene para recaudar y encarecer el costo de producción y exportación e importación, debería intervenir para facilitar el comercio cuando la época es de vacas flacas.

Por otro lado y, de nuevo sobreponiendo el bienestar del país a purismos que se vuelven taras ideológicas, teniendo en cuenta que se han estabilizado las arcas fiscales en una buena medida, con recaudaciones tributarias que imponen récords, con un petróleo caro y acceso a créditos a buena tasa, el gobierno no se ha dedicado a ejecutar el presupuesto. El objetivo no debe ser un déficit cero, sino utilizar de manera eficiente los recursos públicos que hoy no son pocos para ayudar a los productores y para generar circulación de dólares en la economía ecuatoriana. No lo doy por perdido, digamos que este fue el año de la vacunación y la estabilización de las cuentas fiscales, pero en lo que respecta al resto de su gestión y al presupuesto solo hay una palabra que cabe: ejecútese.