Columnas

Ingobernable

Las palabras “eliminación de subsidios” o “incremento de impuestos” están prohibidas.

De todos los adjetivos que se me ocurren para describir a Ecuador, considero que ese refleja la realidad nacional en vísperas del cierre de año. A nivel político territorial, regiones en la sierra están al borde de amenazar la integridad del país. El levantamiento indígena ha traído como consecuencia el blindaje de la clase media ante medidas económicas impopulares. La amenaza de un posible levantamiento dejó con las manos atadas a un gobierno que no sabe de dónde va a conseguir fondos para cumplir con sus obligaciones (deuda). Las palabras “eliminación de subsidios” o “incremento de impuestos” están prohibidas. Eso no significa que el problema desaparezca. ¿De dónde los fondos, entonces? De quienes más tienen. Los que no van a salir a marchar, y nadie va a defender con piedras y llantas. El proyecto de ley enviado por el Ejecutivo a la Asamblea buscaba eso. Una medida provisional, comunicada así: en épocas de crisis todos debemos arrimar el hombro. Ingobernable, porque ni el “plan B” se pone en marcha. Por un lado está Guillermo Lasso. Él sí fue la sorpresa. Ocho años con la bandera de bajar los impuestos como oposición al discurso izquierdista de “quitar más a los que más tienen”, para apoyar al proyecto. ¿Cómo lo interpretará el electorado? ¿Como incongruencia o como un político práctico que entiende la urgencia nacional por encima de ideologías absolutas? Está por verse. Lo que sí sabemos es que si la bancada de CREO vota en contra de este proyecto, la imagen de liderazgo sobre su partido quedará para el olvido. Mientras Lasso defendía a Ma. Paula Romo en su deber de llevar a cabo la pacificación del país, Roberto Andrade, una de las figuras principales de la 21, lidera su juicio político. Su palabra no es ley ni en su casa, ¿cómo aspira a gobernar al país? Mientras que el PSC es una bancada. Disciplina de bloque. El líder dice sí y se aprueba. Jaime Nebot sí proyecta estabilidad. Mas, su actuar se resume en oponerse a todo. No se quema. Si todo critica, ¿en Carondelet, qué haría? ¿Nada? Ya sea por falta de solidez o por falta de decisión, permanecemos ingobernables: a uno le falta lo que al otro le sobra. Y viceversa.