Premium

Iñigo Balda: Ser o no ser

Avatar del Iñigo Balda

Las calles de Siria en estos días están llenas de cadáveres después del paso de los salvajes

Están pasando muchas cosas actualmente, y todas están elevando la tensión entre facciones, gobiernos, ciudadanos en general. La más importante, a mi parecer, es la matanza indiscriminada de hombres, mujeres y niños que está ocurriendo en estos momentos en Siria. Los yihadistas, vencedores de la guerra civil siria, comenzaron con un discurso de una nueva Siria unida, pero no tardaron en demostrar que su definición de unidad es la que nos temíamos: bajo sus términos. La caza de personas que eran fieles a Al Assad, y de minorías religiosas, principalmente los cristianos, han empezado, yendo casa por casa aniquilando a toda persona que puedan encontrar. Las calles de Siria en estos días están llenas de cadáveres después del paso de los salvajes, ni siquiera teniendo merced ante lo niños. La comunidad internacional mantiene silencio, mientras el líder de la actual Siria está de ‘tour’ internacional.

Cuando ya se conocían estos atroces hechos, el presidente de Turquía, Erdogán, recibía a su homologo sirio. Poco después la Unión Europea sacó un comunicado muy muy frío, preocupada por la situación de Siria, para inmediatamente después invitar al líder sirio a un evento de captación de fondos públicos para la reconstrucción de “la nueva Siria”. La Unión Europea sigue demostrando no estar a la altura de la situaciones y encallada en la mediocridad de no entender que Europa no es el centro del mundo. O despierta hacia una unión fuerte en lo político y lo militar (en lo económico más o menos funciona) o la irrelevancia llevará al viejo continente a ser un parque temático gigante para el turismo.

Para seguir con la Unión Europea es preocupante ver la intervención de Bruselas en estos últimos meses en la política rumana. Rumanía votó a un presidente prorruso, el conservador Calin Georgescu. La Unión Europea, al ver este resultado, ha maniobrado para que Rumanía dé por anulados los resultados de las elecciones, alegando intervención rusa. Como resultado, millones de rumanos salieron a las calles a protestar por esta violación del derecho internacional, como es la no intervención en asuntos propios de los países. Pues no contentos con esto, al decidir repetir las elecciones, dejan inscribirse a Georgescu, solo para decir un par de días después que quedaba anulada su inscripción y que no se no podía presentar para postularse para presidente. Ahora ya no solo la gente que apoya a Georgescu está saliendo a las calles a protestar, sino una gran mayoría de rumanos que se sienten tutelados por la UE, que no tiene ni debería tener ese poder de decidir quién puede o quién no puede presentarse a una elección, o ser electo para ese caso. Este giro de la UE es preocupante y además retrata perfectamente a la unión actual: va de demócrata y de buenista a puertas adentro, pero quiere cada vez más controlar antidemocráticamente e imponiendo sus planes a los miembros.

En un mundo donde la tensión entre Oriente y Occidente está de crecida, es increíble como Europa, que siempre ha sido referente mundial y vanguardia, es cada vez más irrelevante por las propias peleas internas, sobre todo de nivel ideológico.

Una Europa dividida siempre ha terminado con el mismo resultado: ruidos de sables.