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Y mañana, la mujer

Avatar del Francisco Huerta

Alto precio estamos pagando por haber soportado a psicópatas ejerciendo el gobierno. Con el desarrollo sicológico de las mujeres pienso que las cosas van de otra manera.

Celebración más que centenaria y mundial es la del 8 de Marzo. El lema de la conmemoración de este año es Mujeres Líderes. Cada día hay más mujeres en los gobiernos del planeta y les va muy bien, destacando entre los múltiples desastres de los países gobernados por hombres.

Sin ánimo polémico con las Naciones Unidas, pienso yo que todas las mujeres ejercen diversas formas de liderazgo siendo madres, esposas, hijas, hermanas o maestras, pero, está bien que esa condición se destaque celebrando su ejercicio específico en altos cargos gubernamentales.

Creo que le queda fácil a los lectores entender el liderazgo de las madres y también el de las esposas, las hijas, las hermanas, las maestras. A todas ellas les debemos lo que somos. Ellas nos transmitieron los valores y los principios que nos orientan en lo cotidiano y en lo trascendente. Nos enseñaron a hablar, corrigiéndonos con ternura, sin avergonzarnos. Ellas entendieron nuestros momentos de tristeza y compartieron los ratos de alegría. Pedido o no pedido, ellas siempre tuvieron a flor de labios el consejo oportuno. Recuerdo aún el “hazme caso, yo sé lo que te digo, cuando seas grande entenderás que yo tengo razón”. Ahora me queda más sencillo reconocerlo. En ocasiones la necedad, mal entendida como demostración de personalidad, hace juegos perversos y resiente para siempre a algunos, que si después ejercen altos cargos muestran toda suerte de traumas y déficits de conducta, siendo entonces los países los que pagan los platos rotos. De esos hemos tenido muchos en el Ecuador. Ello explica la condición de país que somos. Alto precio estamos pagando por haber soportado a psicópatas ejerciendo el gobierno.

Con el desarrollo sicológico de las mujeres pienso que las cosas van de otra manera. Las mujeres entre ellas se entienden, más todavía si las unen lazos de sangre y, salvo excepciones, hasta con la suegra, lo que sobre ellas se comenta son mitos creados como divertimento. Bueno será entonces tener más mujeres en el gobierno de las naciones. Las que en estos días lo ejercen lo hacen muy bien.