Nada que celebrar

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Mientras la sociedad no haya enfrentado y solucionado todo esto, seguiremos conmemorando esta fecha como la lucha contra toda opresión. Y no habrá nada que celebrar.

Este lunes 8 de marzo se conmemoró el día de la lucha de las mujeres por la consecución de sus derechos. Los dos candidatos finalistas hicieron referencia a ese día en sus cuentas de Twitter: Guillermo Lasso ocho veces y Andrés Arauz cinco veces. Destacaría un mensaje de Lasso: “Todos saben mi posición de defender la vida desde su concepción, y moriré pensando así pero no estoy de acuerdo con una legislación que condene a cárcel a una mujer que aborte por violación. Sería terminar de dañarla”. Se esperaría que este comentario se tradujera en alguna propuesta concreta de campaña y de política pública. Mientras a una pregunta sobre su opinión respecto al tema, Aráuz contestó que su opinión no importaba. Habrá que esperar, supongo, a que le autoricen qué contestar ante un tema sobre el que su grupo político mantuvo siempre posiciones ultraconservadoras y en el que su líder máximo elevó la misoginia a política de Estado.

Fue un día de rendir homenaje a las pioneras. A aquellas que abrieron caminos para una integración real. A Matilde Hidalgo de Procel, quien venciendo los convencionalismos de su época obtuvo su grado de medicina y fue la primera mujer en acceder al voto en Latinoamérica en una elección nacional en 1924. A Bertha Valverde de Duarte, médico obstetra de profesión, primera mujer en acceder a un cargo por elección popular en 1930. A Aracely Gilbert, pionera del arte de vanguardia en el país. Y a muchas más.

Sin embargo, no habrá nada que celebrar mientras sigan quedando impunes los feminicidios, mientras la violencia física y psicológica hacia las mujeres por parte de sus parejas sea algo cotidiano, mientras la violación siga siendo encubierta, mientras el aborto luego de una violación siga siendo considerado un delito, mientras el acoso sea considerado un juego, mientras la misoginia haya sido elevada a política de gobierno, mientras no haya equidad laboral entre hombres y mujeres. Mientras la sociedad no haya enfrentado y solucionado todo esto, seguiremos conmemorando esta fecha como la lucha contra toda opresión. Y no habrá nada que celebrar.