Florencio Compte Guerrero | Onces de septiembre

¿Qué tienen en común estos tres eventos? Aparentemente, nada, sin embargo, los tres nos recuerdan una derrota
Tres hechos históricos se recuerdan hoy, 11 de septiembre: la Diada Nacional de Catalunya, el inicio de la dictadura militar en Chile y el atentado terrorista de las Torres Gemelas de Nueva York. ¿Qué tienen en común estos tres eventos? Aparentemente, nada, sin embargo, los tres nos recuerdan una derrota.
El 11 de septiembre de 1714, las tropas catalanas fueron derrotadas al final de la Guerra de Sucesión Española y, como consecuencia, el rey Felipe V, de la Casa Borbón, revocó la autonomía política de la región y abolió su constitución, además de prohibir oficialmente la lengua catalana. Años después, el 11 de septiembre de 1886, se empezó a conmemorar esa fecha en recuerdo de los caídos en defensa de las libertades catalanas. Durante el régimen franquista fue prohibida la celebración, que no fue recuperada sino hasta luego de la muerte del dictador. En 1980 el Parlament Catalá estableció el 11 de setiembre como Día Nacional de Catalunya.
El 11 de septiembre de 1973 un golpe militar, encabezado por el general Augusto Pinochet, derrocó al gobierno democrático del socialista Salvador Allende e instauró una larga dictadura que terminó con la recuperación de las libertades civiles y políticas en el año 1990, con la elección del democristiano Patricio Aylwin, representando a la Concertación de Partidos por la Democracia.
Ya en el siglo XXI, el 11 de septiembre de 2001, se produjo uno de los mayores atentados terroristas de la historia, cuando el grupo Al Qaeda secuestró cuatro aviones comerciales y los estrelló, dos de ellos contra las Torres Gemelas de Nueva York, donde funcionaba el World Trade Center, otro contra el Pentágono y, el cuarto, cayó en un campo de Pensilvania. En los ataques murieron casi tres mil personas, entre ellos once ecuatorianos, y resultaron heridas más de 25.000. Este ataque no solo paralizó al planeta, sino que tuvo un impacto significativo en la economía mundial y en los protocolos de seguridad que se implantaron en los aeropuertos.
Tres hechos distintos que dan cuenta de la fragilidad de las instituciones democráticas y del mundo que habitamos.