Premium

La fundación de Santiago de Guayaquil

Avatar del Florencio Compte

De esta manera quedó el lugar definitivo de Santiago de Guayaquil, que empezó su historia “… con solo 45 vecinos, y una población total que no pasaría de 150 personas”.

Las ciudades hispanas, durante la época colonial, cumplieron un papel fundamental en el proceso de conquista y fueron el instrumento perfecto del sistema de dominación. Desde las ciudades salían las expediciones hacia la apropiación y consolidación de nuevos territorios. Desde ellas se aseguraba el aprovechamiento de los productos que esos territorios generaban y el control a la población que se iba sometiendo. En las ciudades convergían los militares, los artesanos y los mercaderes. En las ciudades se consolidaba un nuevo modo de pensar y de habitar, en el que los conquistadores actuaban convencidos de su supremacía amparada por la bendición de la Iglesia.

Si bien no queda aún zanjada la discrepancia entre los historiadores sobre la fecha exacta y el lugar de fundación de Guayaquil, sí se conoce que su ubicación actual se remonta a 1547, cuando el Capitán Francisco de Olmos la emplaza en la desembocadura de los ríos Daule y Babahoyo, lugar de origen del río Guayas. Este traslado respondió a razones estratégicas de contar con un puerto que pudiera vincularse con Panamá y que facilitara la exportación de los productos que se producían en las tierras interiores. El cambio de lugar y los sucesivos movimientos de sitio eran bastante comunes y respondían a las bondades de un lugar determinado, aunque se consideraba que la ciudad seguía siendo la misma de la fundación original, más allá de su nueva ubicación.

De esta manera quedó el lugar definitivo de Santiago de Guayaquil, que empezó su historia “… con solo 45 vecinos, y una población total que no pasaría de 150 personas”. El cambio en la localización de la ciudad -llamada así pomposamente, aunque no era más que un pequeño caserío- significó una modificación fundamental en su propio carácter, al pasar de ser un enclave del altiplano andino a un poblado cercano a la costa, lo que le permitió constituir su vocación de ciudad-puerto, además de determinar sus características físicas, su trazado urbano, su arquitectura, su vulnerabilidad y su desarrollo histórico hasta la actualidad, después de casi cinco siglos.