Fausto Ortiz: Que fluya y crezca

La parte comunicacional es fundamental para lograr pasar el mensaje del tamaño del déficit fiscal y cómo lo va a financiar
Luego de una reciente entrevista con Carlos Vera, vi en su Instagram una publicación que destacaba un comentario mío que cito a continuación: “No se puede desaprovechar el momento actual del ciclo económico. Este ciclo tiene auges y caídas: el año pasado fue el momento de la caída, y este año es el de la recuperación. No puedes, justo cuando la economía empieza a recuperarse, imponer más impuestos o subir contribuciones. Hay que dejar que la economía fluya y crezca, porque hoy tiene el dinamismo para hacerlo. El Gobierno tiene la gran responsabilidad de no frenarla”.
Me pareció que resumía muy bien la entrevista, venía acompañada con foto y la subí a mi cuenta de X. Tuvo interesantes reacciones, pero una en especial que me llegó directamente la quiero compartir, sobre todo por el respeto y aprecio a quien se tomó la molestia de expresar sus valiosos comentarios.
Y dice: “Dudo que la economía ‘fluya y crezca’ si se deteriora la situación fiscal y, como consecuencia, sube o no baja la prima de riesgo país. En ese sentido, lo que dices parece irrealizable. La pregunta práctica es: ¿cómo reducir en al menos 1,5 % del PIB el déficit del Gobierno Central? Si no es por vía de impuesto que, concuerdo contigo, ejercen fuerzas recesivas, ¿por dónde y cómo reducir el déficit?
Para mí, el primer paso más obvio (y cada vez más inevitable) es la eliminación del subsidio al diésel, acompañada de (a) un plan de compensación focalizada en los pobres, y (b) la eliminación del monopolio de Petroecuador en la refinación y comercialización de combustibles.
El segundo es preparar la reforma integral al sistema de pensiones para enviarla a la AN a fines de este año … Obviamente, a esto habría que acompañar con: (i) la intensificación de la lucha contra el narcocrimen; y (ii) una agenda de crecimiento (reforma laboral; inversión privada en la minería, electricidad y petróleo; agricultura y turismo; etc.)”.
Nos corresponderá observar qué decisiones tomará el Gobierno para manejar su política económica, en especial al inicio de su nuevo mandato, para aprovechar la fortaleza que le brinda su elevada aceptación y sobre todo el impulso a cambios legales de consenso en la Asamblea Nacional.
La parte comunicacional es fundamental para lograr pasar el mensaje del tamaño del déficit fiscal, su tendencia declinante y cómo lo va a financiar. El riesgo país podría bajar a mejor ritmo, para estos días espero se ubique por debajo de 900 puntos. Un mensaje claro en este campo sirve.
Algo así como: vamos a atender todos los gastos del presupuesto en salud, educación, seguridad, sueldos y por supuesto atrasos y otras deudas que nos permitan tener acceso a financiamiento internacional. Mensajes ambiguos no ayudan.
Focalizar el subsidio en diésel aprovechando los bajos precios internacionales no debería complicar para que la economía fluya y crezca. Los datos del comportamiento de las ventas al primer trimestre de 2025 (anual 3,8 %) deberían asegurar abandonar los cuatro trimestres negativos en el crecimiento del PIB.
Esperarlo entre 0,5 % y 1 % luce razonable. Que los cambios constitucionales se traten en la Asamblea Nacional quita la incertidumbre propia de un proceso electoral y debería ayudar a calificar como pesimista la estimación del FMI (1,7 %) para nuestro PIB en 2025.