Refundarnos

No podemos negar que en el Gobierno hay buenos profesionales en determinadas posiciones, sin embargo, no necesariamente preparados para el manejo del sector público
La gente de bien y preparada que llega a la administración pública fracasa. Todos entran a descansar sobre estructuras llenas de mañas, corrupción y malas prácticas, instaladas para cuidar las cuotas de interés de ciertos grupos obscuros.
No podemos negar que en el Gobierno hay buenos profesionales en determinadas posiciones, sin embargo, no necesariamente preparados para el manejo del sector público; por ello no logran la eficiencia que pudieran conseguir en el sector privado, aplicando las mismas estrategias.
Frecuentemente, las disposiciones del Ejecutivo no alcanzan a ver la luz del día porque muchos de los que las ejecutan hacen todo lo que esté a su alcance para tumbar lo que no vaya en línea con sus pretensiones. La falta de educación, corrupción judicial, las mafias que se nutren de los negociados en los organismos públicos y que han vivido de ese bolsillo por décadas no están dispuestas a soltarlos, sumadas al narcotráfico, con capacidad casi ilimitada para financiar cualquier acción que vaya en su beneficio; por ello es tan difícil administrar nuestro país.
Penosamente, no se ha logrado una verdadera revolución, y no hablo de ningún proceso con tinte político, hablo de una verdadera transformación social, para extirpar de raíz ese cáncer que es la corrupción, enquistado en los distintos poderes del Estado y la sociedad.
Necesitamos ese perfil con postura férrea, que se desmarque del formato natural del gobernante para vestirse de guerrero dispuesto a luchar sin tregua contra quien pretenda detener esta gran cruzada por un nuevo Ecuador, donde los honestos somos más.
Necesitamos refundarnos como nación, para ser un país de principios, donde la corrupción sea la excepción y no la regla; caso contrario, seguiremos siendo una república bananera más, sin destacar ni crecer. Ya lo dijo el líder de Singapur, Lee Kuan Yew: “Una nación no es grande por su tamaño solamente. Esta lo es por la voluntad, unión, fuerza, disciplina de su gente y la calidad de sus líderes, que nos asegurará un lugar honorable en la historia”.