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¡Manos a la obra!

Avatar del Diana Acosta

El gobierno debe, de manera urgente, poner en marcha las propuestas y buenas intenciones que tiene en su agenda. Conociendo los antecedentes empresariales del Ejecutivo, con seguridad tienen claro todo lo que se debe hacer, pero por algo deben comenzar.

Hasta ahora todo luce concentrado en el programa de vacunación, pero eso no es todo, ni es suficiente. Seguimos viviendo en una economía afectada por la pandemia, en la que los negocios no terminan de recuperarse y menos aún, sin las medidas económicas que acompañen su recuperación y les permitan destrabarse del enredo ocasionado por sus bajas ventas, deudas, obligaciones laborales y cargas tributarias pesadas.

Debemos entrar en un tornado de ajustes positivos para todos los sectores económicos del país; hay algunos bastante golpeados, como el agrícola, donde el banano y arroz sufren ahora una de sus peores crisis.

Es tiempo de aplastar el acelerador para sentir la llegada del nuevo gobierno. Existe esperanza, sabemos que el Ejecutivo está liderado por alguien que entiende lo difícil que es hacer empresa y lo duro que es mantenerla, pero es momento de actuar y poner en marcha todo lo prometido, lo que seguro quiere, pero hasta ahora no avanza, como esa urgente intervención a los hospitales públicos que continúan sumidos en la corrupción.

Ya ha pasado suficiente tiempo para el diagnóstico, ahora manos a la obra para iniciar la reactivación económica. Zonas francas, acuerdos comerciales, apertura y seguridad a la inversión privada, fortalecimiento del sector privado, eliminación de cargas fiscales absurdas propias de gobiernos corruptos, que lo que buscaban era la centralización de los recursos en el Estado para luego despilfarrarlos sin misericordia.

Industria, agricultura, ganadería, entre muchos otros, necesitan reglas claras y estructuras fiscales ligeras, para levantarse de la crisis ocasionada por la pandemia que aún causa estragos en el mundo.

Es tiempo de acciones, no más dichos, ni frases melodiosas. De esos cuentos ya estuvimos repletos durante más de una década. ¡Manos a la obra!