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¿Por qué Ecuador no es Noruega?

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Ecuador posee grandes recursos y poca población, como Noruega, por eso entra cabal la comparación

Hay magnitudes que aunque disímiles pueden compararse porque se encarnan en la misma naturaleza. Es cierto que la geografía convierte a Ecuador y Noruega en países radicalmente distintos, pero aún así poseen recursos paralelos en sus inventarios económicos: tienen petróleo, riqueza pesquera y potencial hidroeléctrico, por citar algunos.

En Noruega la industria y los servicios están altamente desarrollados y en Ecuador en niveles precarios, es verdad, pero para sí quisieran los noruegos un clima que diera cacao y flores como soles y estrellas, la bendición de cuatro universos naturales en un pequeño mundo en el centro del mismo mundo; y sumar a la lista, por si fuera poco, el banano, el camarón y ciertos minerales, entre otros regalos celestiales.

Ecuador posee grandes recursos y poca población, como Noruega, por eso entra cabal la comparación.

Y además es muy oportuna en estos tiempos de transición porque si Ecuador fuera Noruega, o mejor dicho, si los gobernantes ecuatorianos tuvieran alma de noruegos la renta per cápita del país estaría en noventa mil dólares y no en seis mil, mientras que el desempleo gravitaría entre el 3 y 5 % y no en más del 53 % que registra la informalidad ecuatoriana.

Es imposible hacer patria y generar riqueza colectiva con estas malas marcas que se empecinan imperturbables en nuestra historia nacional.

Hace solo unas horas que Ecuador se decantó hacia la nueva Presidencia.

Si el ungido se afana en la visión de formar, arropar y consolidar una potente clase media no solo cogeremos la estela que un día tomó Noruega sino que formaremos además un antídoto que servirá para todo, incluso para la anhelada lucha contra el crimen. 

Da vértigo mirar atrás y ver capítulo a capítulo el expolio permanente a las arcas del Estado.

Ecuador no es Noruega pero podría serlo.

¡Qué triste! Por aquí han sobrado pícaros y ha faltado conciencia. Ojalá la política quiera algún día revertirlo.