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“Por la Cruz a la Gloria”

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Hoy, juntos, llevamos la Cruz. Mañana redención, ya hemos ganado

El Viernes Santo, también conocido como Viernes de Pasión, es una de las celebraciones más importantes del cristianismo y muy especialmente de nuestra tradición hispana. Este día conmemoramos con solemnidad y recogimiento la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz. También es una buena fecha para reflexionar sobre la importancia de la Fe y la redención.

En toda la hispanidad se celebra este día con expresiones de religiosidad popular ricas y variadas. En general, la mayoría de las celebraciones incluyen procesiones y ceremonias religiosas que buscan representar las últimas horas y la muerte de Cristo.

El Cristo del Gran Poder es una imagen, su culto se remonta a la Edad Media, que goza de gran devoción y veneración en España y en América. Ciudades como Sevilla, Granada, Córdoba, Málaga y un largo etcétera lo sacan en procesión. En Sevilla recorre las calles con la Hermandad de la Esperanza Macarena y con sus nazarenos, sin duda es una de las procesiones más importantes. Pero también lo es en ciudades a miles de kilómetros de distancia como La Paz en Bolivia, Arequipa en Perú, Guadalajara en México y Quito en Ecuador, por poner algunos ejemplos. En Quito su devoción está fuertemente arraigada y se remonta por lo menos al año 1630.

En estas fechas no son pocos los portavoces de la mentira que atacan una y otra vez nuestra manera de ser. Ellos son incapaces de entender que millones de personas separadas por distancias inabarcables acompañen el Viernes Santo en sus lugares de residencia al Cristo del Gran Poder. No entienden el dolor de su Madre que esta siempre cerca del hijo. La Madre que abraza a su hijo descolgado, descarnado, lanceado, muerto -cuanto has sufrido hijo mío, cuanto dolor te han provocado-. No comprenden el orgullo de un pueblo hispano que cientos de años después se humilla por su Señor. No conciben que nosotros no le dejaremos solo, que siempre iremos de la mano de su Madre, que estamos con Él.

Hoy, juntos, llevamos la Cruz. Mañana redención, ya hemos ganado.