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La paz difícil

Avatar del Catrina Tala

Este en particular ha sido muy duro, con días de tormenta que me empujaron a tomar decisiones radicales, que me abrió los ojos a la fuerza, pero que al final trajo la calma.

Si van a regalarse algo esta Navidad, regálense paz.

Se los deseo de corazón, aunque no los conozca y aunque no tenga idea si a la persona que está leyendo en este momento le caigo bien o mal.

Decía mi hermana Tania que la paz es el estado más cercano a la felicidad. Lo repetía siempre y lo hacía más cuando las tormentas eran más fuertes. Tenía mucha razón.

Pero deben saber que la paz está directamente relacionada con las decisiones que tomamos. Es una decisión vivir en paz, a veces sientes que pierdes batallas o guerras para conseguirla pero es ahí donde todo entra en una balanza.

En mi vida tomé varias decisiones priorizando mi paz. Cuando me divorcié, lo hice por mis hijos, nada mejor que estar en paz para darles a ellos la oportunidad de crecer en armonía. Cuando renuncié a un canal de televisión prioricé mi paz, al igual que cuando decido con quién trabajar.

Cuando busco, cuando digo “te amo” o cuando me alejo de alguien. Cuando callo, los silencios me dan paz. Cuando digo lo que pienso, cuando me desahogo, cuando sé que estoy haciendo ejercicios de amor propio aunque a alguien le incomode.

Puede leerse egoísta, pero hace años aprendí que estar en paz conmigo misma era la mejor manera de acercarme a la felicidad.

Desde que aprendí a elegir a mis amigos, a mi entorno y mis proyectos, me río mucho más.

Tomo las cosas de quien vienen y entiendo que todos tenemos una historia detrás, que tal vez no entendamos, pero que nos define.

Desde ese momento, cuando llegan las últimas horas de diciembre, empiezo a recordar mi año. Este en particular ha sido muy duro, con días de tormenta que me empujaron a tomar decisiones radicales, que me abrió los ojos a la fuerza, pero que al final trajo la calma.

Cuando les digo que se regalen paz, lo hago con toda la humildad que se necesita para encontrarla, es cuestión de que nos reconozcamos como seres imperfectos, pero que nos regocijemos con nuestras virtudes. Regalar paz es un acto de amor.