Beatriz Bencomo | 5 km para Cataleyas

La maratón 5K Ser Feliz financia 365 días de apoyo a niños con cáncer y acompaña a 438 familias en Ecuador
Ayer, mientras 1.500 personas corrían sobre el Malecón de Guayaquil la maratón 5K Ser Feliz, pensé en Cataleya. Una niña frágil como ala de mariposa, que me susurró al oído “no te vayas” durante una visita hospitalaria. Pocas semanas después, ya no estaba. Pero su nombre resuena con fuerza ese domingo, una vez al año, durante el mes de septiembre.
Trece años lleva la Fundación Ser Feliz dependiendo de esta ecuación: el 85 % de su presupuesto anual proviene de esta carrera. Un domingo para financiar 365 días de acompañamiento a 438 familias. Veintidós voluntarios que cada martes visitan el hospital, 120 niños en programas gratuitos, todo para que ningún niño camine solo cuando se enfrenta al cáncer.
Septiembre es el mes dorado del cáncer infantil mundial. Estos días, México arrancó desde el día 1.º con campañas; otros países encienden lazos dorados; nosotros leemos notas periodísticas sobre la carrera. Y así, año tras año.
¿Es el cáncer infantil tan desgarrador que nos empuja al soslayo más que a la vigilancia, al acompañamiento y al escrutinio de todos?
Mientras tanto, Ecuador fue elegido como el único país de América dentro de la Plataforma Global de Acceso a Medicamentos contra el Cáncer Infantil. La OMS evaluó, aprobó y nos declaró modelo mundial. Se cumplieron 35 criterios técnicos que otros países no lograron alcanzar. Pero las cifras de supervivencia aún luchan por igualar el promedio regional, aunque Fundación Ser Feliz reporta datos más alentadores.
Los números del país no perdonan. Las empresas sienten, pero no pueden contribuir como antes. Mil quinientas personas se inscriben, pero algunas no asisten por la inseguridad del centro. El ‘sold out’ convive con el miedo. Aun así, la carrera resiste. La fundación funciona. 438 familias no caminan solas.
Esta historia no termina aquí. La conversación sigue en mis redes. Con más voces, datos y caminos.