Todos los que vivimos en este país estamos obligados a poner el hombro

En los actuales momentos podemos decir los ecuatorianos, y puntualmente los guayaquileños, que tenemos un peso menos encima de los problemas que veníamos teniendo en general; a más de la pandemia, una economía devastada y sin duda algo nuevo, como es el paro de los transportistas, que dicen no poder hacer encender sus vehículos por un aumento de 30 cts. en el diésel o gasolina que usan, que no significa más de $ 6.00 al día, que de sobra los ganan en sus recorridos. Pero se niegan a colaborar con un gobierno central sin personaría ni capacidad. Gracias a Dios nos espera una nueva alborada y una relativa tranquilidad al haber echado definitivamente a un lado a una era maquiavélica, que trató de adueñarse nuevamente del poder para terminar de destruirnos, volver a robar lo poco que queda en el país y a formar una élite mafiosa. Estamos seguros de que el nuevo gobierno sabrá encumbrarnos a la tranquilidad y volver a despertar en los ecuatorianos un ambiente de paz y prosperidad ante el mundo, salir del endeudamiento, recuperar la credibilidad y respeto de los países que se encuentran fuera del socialismo del siglo 21 y dejar que los sentenciados que aún circulan libres puedan ser traídos para cumplir penas y hacerlos devolver por lo menos en parte lo sustraído; fue un gobierno que tanto daño hizo al país ya empobrecido y lleno de problemas. También sería interesante hacer entender a los señores transportistas que nuestro combustible, que aún en gran parte debe estar embargado por los chinos, preferidos por el gobierno correísta, que construyeron refinerías, carreteras etc. Todos los que vivimos en este país estamos obligados a poner el hombro para poder restablecer nuestra dignidad y futuro.

Ing. Édgar Diminich M.