Valoremos a los verdaderos indígenas y su aporte a nuestra identidad

El último emperador inca, Atahualpa, estando en Cajamarca, de camino a Cuzco para coronarse, tuvo la visita de Francisco Pizarro, quien lo confinó en una celda. Cerca de dos meses más tarde, Pizarro acusó a Atahualpa de idolatría, fratricidio y traición; mintió diciendo que el emperador lo condenaba a muerte en la hoguera, pena luego conmutada por el garrote. Pizarro y el monarca prisionero antes de morir este cenaron juntos. El 29 de agosto de 1533 fecha de su muerte, significó el hundimiento definitivo del Imperio inca. Valorar a los verdaderos indígenas es muy importante. Cada uno aporta tradiciones, costumbres, lenguas, formas de vestir, comer y pensar únicas. Pero los actos de resentimiento de ciertos dirigentes indígenas de la Conaie, como Iza, Macas, Vargas, Ulcuango, no emulan al último emperador de los incas con nobleza indígena; buscan lucro a base de actitudes hostiles que no representan al país. Sus posiciones prepotentes no asustan al pueblo ecuatoriano. Los verdaderos indígenas nos aportan tradiciones, costumbres, lenguas, formas de vestir, comer y pensar únicos en su orden; nos dan identidad y pluralidad. Sin ellos, nuestra riqueza cultural disminuye. Recordemos esta fecha histórica del inca Atahualpa y a los verdaderos ancestros indígenas que ha tenido nuestra patria, como el Dr. Eugenio de Santa Cruz y Espejo, medico periodista; Dolores Cacuango y Tránsito Amaguaña, que son un orgullo para nuestro Ecuador.

José Arrobo Reyes