Cartas de lectores

Unidad por la patria, ¿una utopía?

Estamos ante el gravísimo riesgo de volver a caer en manos de Rafael Correa y su banda delincuencial al votar por su títere Andrés Arauz para presidente. Vendrán con mayores ínfulas a robar lo poco que dejaron, a perseguir y desprestigiar a quienes los investigan y denuncian, a indultar a delincuentes políticos, a armar espectáculos que cuestan vidas, como ocurrió el 30S, a seguir fomentando el comercio y consumo de drogas, y haciendo obras con megasobreprecios, a poner en práctica los enunciados del Foro de Sao Paulo y el de México (socialismo del siglo XXI - SSXXI), cuyo propósito final es la destrucción del país moral y económicamente, tal como ha pasado en Venezuela y como se fragua en otros países. Lo poco de bueno que puede haber tenido el correísmo quedó perdido en la corrupción que hemos sufrido en una envergadura nunca antes vista. Los 14 candidatos que quedaron fuera de la carrera presidencial deben, por un deber patriota, cívico, moral y de conciencia para salvar al Ecuador de la podredumbre del funesto SSXXI, por el bien de los ecuatorianos, de sus propias familias y por ellos mismos, hacer un llamado a sus partidarios a votar por Guillermo Lasso en esta segunda vuelta electoral, así no estén totalmente de acuerdo con sus propuestas e ideología. Por el momento histórico y crucial que hoy vivimos, tenemos obligadamente que elegir a quien tiene una hoja de vida limpia y que verdaderamente sabe de economía sana y próspera; sin dinero no hay progreso en ningún ámbito y seguiremos con malos servicios de salud, educación y todo lo que es responsabilidad del gobierno para proveer a los ciudadanos buena calidad de vida. No será fácil ni rápido lograr la recuperación económica, pero se harán todos los esfuerzos posibles para lograrlo, creando normas que lo faciliten, pues existen demasiadas trabas para una ágil gestión económica, sobre todo privada, que es la que mayor riqueza y oportunidades produce. También habrá que hacer seguimiento muy cercano al desprestigiado CNE, que perdió una oportunidad de oro para reivindicarse, al rechazar la solicitud de la Dra. Diana Salazar y del Sr. Pablo Celi para revisar el software del sistema electrónico de conteo de votos. Ello lo desprestigió aún más, pues se tomó esa negativa como que hay algo que ocultar, lo que aumenta la sospecha de que se está tramando un fraude electoral. ¿Será posible una unión patriótica de los excandidatos o el egoísmo, ambiciones personales y mezquindad prevalecerán? Esperemos que no sea una utopía y que seamos ejemplo de patriotismo para otros países.

Margarita Illingworth de Becerra