Rompiendo con valor un viejo tabú, analicemos, como seres racionales, cuáles son los elementos que componen ese tan real como negado aspecto de nuestra vida.

Conseguiremos de esta manera suavizar nuestros problemas, con la ayuda de analistas, tales como el periodista David Rubio.

Los elementos que componen la tristeza de las Navidades:

1. La climatología. Son los días más oscuros, fríos y lluviosos (en el hemisferio norte del planeta).

2. El cambio de rutina en sueño, alimentación y trabajo facilitan la “depresión navideña”.

3. Los compromisos sin fin en pocos días generan gran presión, la cual debemos aceptar con una gran sonrisa.

4. Las imposturas de las Navidades: debemos sentir ilusión, practicar la generosidad, amistad, empatía ideológica.

5. El bombardeo mediático por un consumismo dañino hasta para nuestro cuerpo.

6. La nostalgia del paraíso perdido de la infancia y la cortedad de la vida de todos.

7. El balance del año, a hacer mejor en momentos más tranquilos y equilibrados.

María Faes Risco